Muchas veces hemos escuchado la expresión de valor añadido en las estrategias comerciales para explicar el beneficio o los beneficios de comprar un producto o servicio, pero, económicamente hablando, ¿cuál es la diferencia entre el beneficio y el valor añadido?
El valor añadido es el precio de venta de un producto o servicio menos el coste de los materiales o servicios para producirlo, o de otra manera, los recursos que una empresa ha adquirido para transformarlos en otro producto o servicio con un valor superior. Por ejemplo, un fabricante de automóviles adquiere todas las piezas de diferentes proveedores para ensamblar el coche. Al mismo tiempo, hay una serie de costos o servicios indirectos, como la energía eléctrica utilizada por la fabricación, que también formará parte del costo total de la fabricación de automóviles. En su lugar, el precio de venta del automóvil fabricado será mayor que el costo que ha pagado a sus proveedores. Esta diferencia es el valor añadido de la empresa.
El valor añadido obtenido puede utilizarse para 5 propósitos:
- Gastos de personal: los salarios pagados a los trabajadores.
- Gastos financieros: intereses pagados a bancos o prestamistas.
- Impuestos: impuesto de sociedades o impuesto sobre la renta de las personas físicas.
- Depreciación/Provisiones: autofinanciación para reinvertir los activos de la empresa que se están depreciando.
- Beneficio: que se desvía a reservas para capitalizar la empresa o dividendos para los accionistas.
Este valor añadido que hemos calculado es el valor añadido bruto y la suma del valor añadido bruto de todas las empresas de un país es lo que llamamos Producto Interno Bruto (PIB). En definitiva, la obtención de valor añadido nos permite ver el valor generado por la empresa en la sociedad o en el país, desde la perspectiva de la responsabilidad social. Sin embargo, no debe confundirse con el beneficio de la empresa, ya que el beneficio sólo corresponde a una de las 5 partes que forman parte del valor añadido.
En definitiva, la obtención de valor añadido nos permite ver el valor generado por la empresa en la sociedad o en el país, desde la perspectiva de la responsabilidad social. Sin embargo, no debe confundirse con el beneficio de la empresa, ya que el beneficio sólo corresponde a una de las 5 partes que forman parte del valor añadido.